Normalmente cuando nos iniciamos por primera vez en la acuariofilia, no nos imaginamos lo que supone la filtración en el acuario. Muchos de nosotros sin duda habremos tenido la típica pecera de bola con tres o cuatro pececillos .... cuando el agua se ensuciaba, se cambiaba y ya está, no había ningún elemento sofisticado. Cuando se morían esos peces, generalmente al de pocas semanas o meses, que suele ser lo más común, lo achabábamos a que simplemente, "los peces viven muy poco tiempo" y o a que "siempre están ensuciando el agua y huele mal".
Si hemos tenido la suerte de iniciarnos con un acuario completo con un filtro, tal vez nos haya parecido la gran maravilla, pues según parece, el filtro absorberá toda la suciedad del agua y el agua estará limpia y ya no tendremos que cambiarla más que de vez en cuando. El filtro se convierte en la salvación para ese agua sucia y maloliente, a la que mucha gente cree que está asociado el mantener peces.
Pero aunque los vendedores intenten convencernos de ello, esto no es así. Los filtros no convierten el agua sucia en limpia, pero su labor es tremendamente importante para cualquier acuario.
Así que el filtro no es algo opcional en un acuario, sino algo imprescindible. Luego explicaremos más cosas sobre ellos y cuál es el más adecuado para cada tipo de acuario. En los filtros es donde se realizará gran parte del ciclo del nitrógeno, son la depuradora del acuario, y es lo que vamos a explicar ahora.