viernes, 1 de octubre de 2010

Las invasiones de animales

En algún momento de nuestra vida como cuidadores de mascotas puede surgirnos la duda de liberar alguna de ellas debido a que ya no la podemos mantener. Sin darnos cuenta, estaríamos introduciendo un animal en un entorno que no es el suyo, lo que va a tener una serie de consecuencias importantes sobre las especies endémicas.

Con este artículo quiero explicar de una manera fácil y que todos podamos comprender, qué es una invasión y las razones para evitar este tipo de actos por parte nuestra.


Sin embargo, antes de hacer esto debemos saber qué es un animal invasor.

¿Qué es un animal invasor?

Es todo aquel animal que podemos encontrar fuera de su hábitat natural actual o histórico. Por tanto, es considerado como un animal introducido en un lugar al que no pertenece.

Pero hay que tener cuidado a la hora de definir a esos animales como introducidos ya que este término puede generar algo de confusión. No es lo mismo introducir un animal proveniente de ese mismo sitio que introducir una especie procedente de otro lugar. Las consecuencias de uno u otro caso van a ser muy diversas y siempre va a resultar dañino el que procede de otra localización. Digo esto para aclararlo, ya que no es lo mismo introducir un lince para repoblar la población que introducir una especie que nunca ha estado ahí.

También cabe señalar que la introducción de un animal en un nuevo entorno siempre conlleva riesgos aunque haya ejemplares de la misma especie en ese hábitat, dado que ese animal puede traer un elemento patógeno que pueda afectar a la población autóctona. Por esa razón, en las repoblaciones de animales se somete a los nuevos ejemplares a una cuarentena para poder verificar que tiene posibilidades de sobrevivir y que no va a introducir algún microorganismo dañino en su nuevo hogar, pudiéndolo así liberar con éxito y sin peligro. Es algo parecido a lo que ocurre en nuestros acuarios: donde antes de incluir un nuevo elemento o un nuevo animal, deberemos someterle a una cuarentena para verificar que no posea enfermedades que puedan afectar a la estabilidad de nuestro pequeño mundo. Más adelante volveré a hacer hincapié en este punto.


Trachemys scripta
(Foto: Massimo L.; Wikipedia Commons)

Tipos de invasiones e invasores

Dentro de las invasiones podemos distinguir dos tipos principales, aunque se pueden hacer más diferenciaciones, pero como en este artículo tampoco queremos ahondar más en el tema, vamos a explicar las dos principales invasiones que se dan. Estos dos tipos de invasiones de las que vamos a trabajar y hablar son las invasiones regionales y las invasiones internacionales.

Las primeras suceden en un mismo país. Se suele hablar de animales que se instalan en lugares fuera de su localización natural, donde los daños que provocan al hábitat son, por lo general, menores debido a que, en muchas ocasiones, el animal alógeno proviene de un lugar donde también es posible encontrar los mismos elementos y especies que en su nuevo hogar. Aún así, no deja de ser otra especie extraña para ese nuevo entorno, y que va a tener una serie de resultados sobre esa zona.

En las internacionales, como su nombre indica, los animales provienen de otro país. Por tanto, son especies exóticas y mucho más dañinas dado que al provenir de otro lugar, que no comparte ningún elemento en común con su nuevo hogar, tienden a luchar para hacerse un hueco en la cadena trófica y poder sobrevivir. En estas luchas muchos de los animales autóctonos acaban perdiendo dado que no están acostumbrados a tal nivel de competitividad.

En la foto se puede observar un ejemplar de cotorra mezclándose con un grupo de palomas en la Casa de Campo de Madrid
(Foto: RaquelCyan; Panel de mensajes Dr. Pez)

Dentro de los animales invasores podemos hacer diferenciaciones dependiendo de su éxito. Podemos distinguir dos clases principales. Una de ellas es la de los animales establecidos, es decir, aquellos que han llegado a reproducirse exitosamente produciendo una población estable. La otra es la de los animales no establecidos, es decir, aquellos que no han tenido gran éxito reproductivo pudiendo así no establecerse o los que se ven en contadas ocasiones como ha sido el caso en España de algún avistamiento de alguna pitón o de alguna piraña en embalses. Son, por tanto, en su mayoría, casos aislados y que no llegan a nada más debido a que no llegan a reunir las suficientes condiciones como para establecerse.

Podemos hacer más diferencias y hablar de más tipos, como los animales que aún no han sido vistos en libertad pero que tienen peligro de invadirnos debido a su gran adaptabilidad. Esto ocurre en muchas especies que mantenemos como mascotas.

¿Cómo se realizan las invasiones?

Son muchos los aspectos que hacen posible la adaptación de un animal en una nueva zona, aunque generalmente la acción del hombre está de por medio.

Así pues, podemos encontrar especies que se van alojando en nuevas zonas a lo largo de años debido a que esos nuevos territorios reúnen las condiciones apropiadas para su instalación. Esto se debe en muchas ocasiones al cambio climatológico y al calentamiento global, que tienen como consecuencia un cambio de temperaturas que en muchas ocasiones pueden ser propicias para la estabilización de diversas especies.

También podemos hablar de las invasiones históricas y que ocurrieron hace tiempo. En estos casos es difícil determinar al animal como invasor debido a que en muchos casos no se tiene conocimiento de si ese animal existía ciertamente en ese territorio. Además, en este tipo de invasiones los elementos se han adaptado a lo largo de los años al nuevo animal y, como resultado, suele haber un equilibrio construido gracias a ese paso del tiempo.

Otra forma que propicia la invasión de un animal en un nuevo territorio es a través del tráfico marino. Se piensa que la rata negra (Rattus rattus) se extendió por Europa y el resto del mundo desde Asia a través del tráfico marino. Actualmente esto sigue ocurriendo y así algunos animales a través de mercancías llegan a nuevas zonas.

En ocasiones son algunas asociaciones y administraciones las que introducen animales en lugares que no son el suyo. Por ejemplo, en España destaca la introducción de diversas especies de peces con fines deportivos por parte de algunos servicios hace ya unos cuantos años y que han tenido más éxito de lo esperado originando así un problema. Un ejemplo claro es el de la gambusia (Gambusia holbrooki), que fue introducida para el control de mosquitos.

Podemos destacar también los fines económicos, como es el caso de los cangrejos de río Americano (Procambarus clarkii) que son más productivos que algunas especies autóctonas y que se han convertido en una de las mayores plagas a nivel mundial en lo que respecta a los ríos. Dentro de los fines económicos podríamos incluir las peleterías y piscifactorías donde se intenta tener un gran control de los animales.

Sin embargo, a veces es inevitable que algún ejemplar escape o que sea liberado. En el caso de las industrias peleteras, es más que conocido el caso de los visones americanos (Neovison vison) en España. Otra especie proveniente de la piscifactoría que está causando daños en España es el caracol manzana (Pomacea canaliculata) y que está acabando con los cultivos de arroz del río Ebro.

Por último, y no menos importante, podemos señalar el caso de las mascotas. Son muchas las especies de compañía que son liberadas día a día debido a que el dueño ya no pude hacerse cargo de ellas o porque no sabía todos los cuidados que requerían o simplemente porque han crecido demasiado. Son muchas las razones, pero el daño es el mismo y puede llegar a ser muy grave. El caso más evidente es el de las tortugas de orejas rojas (Trachemys scripta elegans) o el de las tortugas de orejas amarillas (Trachemys scripta scripta), además de muchas especies de psidáctidas como loros y cotorras o el caso de algunos anfibios y reptiles… Bueno, en realidad muchos animales de diversas clases y especies.

Consecuencias de las invasiones de animales

Las consecuencias son muchas y todas ellas resultan ser muy dañinas para el medio, e incluso para nosotros.

La más notable son los daños que producen a los demás seres vivos. Como lo mencioné antes, los alógenos van a luchar por hacerse un hueco en la cadena trófica mientras que los autóctonos, no acostumbrados a esta presión, salen perdiendo. Además, a diferencia de la mayoría de los animales autóctonos, como el lince ibérico (Lynx pardinus) que subsiste a través de un sólo elemento como es el conejo (aunque tiene más presas, pero destaca la mencionada), los alógenos disponen generalmente de una mayor dieta y pueden subsistir de un mayor número de recursos además de que no presentan escrúpulos hacia nada que puedan aprovechar como es el caso de los mapaches (Procyon lotor).

Otro problema es que hay especies con un mayor ciclo reproductivo y que acaban con los recursos a una mayor velocidad que los autóctonos. También esta pérdida puede deberse a una mayor competividad o a que el animal alógeno necesita consumir una mayor cantidad de alimentos.

Las especies alógenas optan en muchos casos por la depredación hacia las crías de otras especies o incluso hacia los adultos. Como consecuencia, las población del animal dañado es reducida y, en algunos casos, se tiene que trasladar a otro lugar con un menor número de elementos a sus disposción para poder sobrevivir.

Otra consecuencia son las posibles hibridaciones entre especies pertenecientes a la misma familia y que acarrean la pérdida de la especie autóctona.

Por otro lado, las invasiones acarrean importantes pérdidas económicas por parte de diversas organizaciones para controlarlas. Estas pérdidas afectan a diversos sectores como el cultivo del arroz en el río Ebro por los caracoles manzana, o el turismo y la pesca en las costas atlánticas de América por el pez león.

Hay que retomar algo que comentamos anteriormente y que resulta muy necesario para tener en cuenta: la introducción de elementos patógenos que pueden afectar a las poblaciones autóctonas. Uno de los casos más alarmantes es la introducción de un hongo denominado «Batrachochytrium dendrobatidis» por parte de las ranas de uñas africanas (Xenopus laevis) que está diezmando las poblaciones autóctonas de otras especies de anfibios, como los sapos parteros.

Debemos evitar introducir especies o soltar animales en un medio que no es el suyo.

Por último, y no por ello menos alarmante, podemos destacar la introducción de enfermedades por parte de los animales invasores. Un ejemplo que ilustra perfectamente esta idea es el caso de la rabia, una enfermedad erradicada en España y que hoy por hoy es posible que vuelva a darse debido a la introducción de los mapaches (Procyon lotor) en diversas zonas ribereñas de Madrid. Una enfermedad no sólo peligrosa para nuestros animales de compañía, sino también para nosotros mismos.

Animales invasores de los ríos

Este punto vamos a dedicarlo a algunas especies invasoras de diferentes zonas. Como podrán comprobar a continuación, la mayor parte de las especies citadas son animales que encontramos en España. Esto se debe a que no conozco de primera mano cómo están las cosas en otros países.

  • La gambusia (Gambusia holbrooki) (Girard, 1859): Estos peces se introdujeron en la Península Ibérica con el fin de controlar las poblaciones de mosquitos. Con el tiempo, y gracias a su  gran adaptabilidad, la especie se ha ido estableciendo en diversos cursos de agua de España desplazando a otras especies autóctonas como el Aphanius iberus.
(Foto: Elliot Manresa; Atlas Dr. Pez)
    • Las carpas rojas (Carassius auratus) (Linnaeus,1758): Son los típicos peces de las ferias que mucha gente compra sin saber sus cuidados y que acaban siendo liberados indebidamente en nuestros ríos y embalses. Esta especie se adapta con facilidad a nuestros ríos dada su gran resistencia a las temperaturas.
    • Pez cabeza de serpiente (Channa spp.): Grupo formado por diversas especies procedentes tanto de África como de Asia y que se está convirtiendo en un potencial invasor de muchas zonas del mundo, especialmente en el norte y centro de América. Es un depredador para prácticamente cualquier especie de animal de los ríos y es muy adaptable a las condiciones del agua. El comercio para alimento vivo y acuarios ha sido el principal precursor de esta familia de peces. Como resultado, su importación a algunas zonas y países ya está prohibida.
    (Foto: Melanochromis; Wikipedia Commons)
    • Cangrejo de río americano (Procambarus clarkii) (Girard, 1852): Seguramente uno de los invasores más dañinos que podemos encontrar. Depredan prácticamente sobre cualquier animal que puedan capturar reduciendo notablemente las poblaciones autóctonas de otros crustáceos.
    • El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) (Pallas, 1771): Una plaga en muchas zonas de la tierra. Este invertebrado ha colonizado muchos ríos produciendo graves daños económicos a distintas industrias, como el turismo, y a varias estructuras como las tuberías que se quedan obstruidas.
    Se muestra un cartel informativo de un pantano de la provincia de Granada
    (Foto: DeNiro; Panel de mensajes de Dr. Pez)


    (Foto: National Oceanic and Atmospheric Administration
    NOAA
    )
      • El caracol manzana (Pomacea canaliculata) (Lamarck, 1819): Especie que encontramos en el río Ebro y que ha causado graves daños a los cultivos de arroz.
      • La tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans): Especie muy adaptable que podemos encontrar en muchos cursos de agua y que destaca por su gran voracidad. Es una tortuga que hasta hace unos años era frecuente en los comercios, pero debido a su gran adaptabilidad ha sido prohibida su exportación a varios países. Un pariente cercano suyo, la tortuga de orejas amarillas (Trachemys scripta scripta), es muy frecuente en los comercios y es igualmente de adaptable que su prima, la de orejas rojas, convirtiéndola en otra especie invasora.



        (Foto: Poseidón; Panel de mensajes de Dr. Pez)
      • Sapo marino (Bufo marinus): Una especie típica entre los aficionados a los anfibios y que es una plaga en muchas zonas del mundo. Es una especie muy voraz que afecta gravemente a las poblaciones autóctonas de anfibos de las zonas en las que se encuentra.
      • Rana de uñas negras africana (Xenopus laevis): Una especie invasora de algunas zonas del mundo y que destaca por ser un transmisor del un hongo Batrachochytrium dendrobatidis, que afecta negativamente a los demás anfibios.
      • El mapache (Procyon lotor): Un mamífero procendente de Norteamérica y que es un invasor común de muchas zonas. Es un depredador para muchos animales y un transmisor de la rabia que puede afectar gravemente tanto a las poblaciones salvajes y domésticas de animales como a personas.
      (Foto: Carsten Volkwein; Wikipedia Commons)

      Conclusiones

      Como hemos podido comprobar mediante este sencillo tema explicativo —que espero les haya gustado leer tanto como a mí el hacerlo para vosotros— los problemas de liberar un animal en un medio que no es el suyo son muy variados y graves. Nosotros, cuando el daño está ya hecho, poco podemos hacer. Simplemente nos queda intentar ayudar o participar de manera activa en alguna asociación o donar algo de dinero o informando a la gente sobre esta actividad.

      Sin embargo, podemos evitarlo. ¿Cómo? Muy sencillo: informándonos e informando.

      Informándonos nosotros acerca de los cuidados de los animales que adquirimos e informando a nuestros cercanos y conocidos sobre las necesidades de las mascotas que adquieren, y siempre lo intentaremos hacer antes de que los compren, ya que hay tiendas que no admiten devoluciones de animales.

      Otro punto importante a tener en cuenta es que, llegado el momento, puede darse algún problema de diversa índole y por el que no podríamos seguir manteniendo a nuestra querida mascota. Por esto es bueno conocer gente o alguna asociación que pueda ocuparse de él llegado el momento, o alguna tienda que lo acepte.

      Lo que nunca haremos será liberarlo en un sitio que no es el suyo. Para empezar hay grandes probabilidades de que el animal no sobreviva, pero si lo hace causará grandes daños al medio donde fue liberado. Es en base a esos daños que es preferible en algunas ocasiones sacrificar al animal, aunque siempre intentaremos que esta sea la última opción de todas. Si la elegimos, procuraremos una muerte digna y lo menos dolorosa posible.

      Espero que nadie tenga que utilizar este último recurso ya que es un procedimiento duro y que seguramente a nadie, y me incluyo, le agradaría hacer. Sin embargo, muchas veces es mejor pensar en el bien común y en el resto que en un animal y los daños que el susodicho pueda causar al resto.

      Gracias por leer este artículo.

      _______________________________________

      Texto: Oscarium

      Fotos:
      RaquelCyan y sacada del Panel de mensajes de Dr. Pez.
      Elliot Manresa y sacada del Atlas de Dr. Pez.
      Melanochromis y sacada de Wikipedia Commons.
      DeNiro y sacada del Panel de mensajes de Dr. Pez.
      Jorge las Heras y sacada del Atlas de Dr. Pez.
      Carsten Volkwein y sacada de Wikimedia Commons.

      Fuentes:
      Atlas de Dr. Pez
      Panel de mensajes de Dr. Pez
      Revista Acuario Dr. Pez

      Corrección y edición:
      BriArt13

      5 comentarios:

      Anónimo dijo...

      Magnifico articulo.

      Si la gente fuera mas cosecuente de lo que se puede llegar a dañar no haria estas locuras de soltar animales donde no deben, es una pena que nos carguemos nuestra tierra solitos.

      Gracias por este articulo tan completo.

      Un saludo.
      Manu.

      DeNiro dijo...

      Gracias por crear conciencia con tan espléndido reportaje. Es una pena que vayamos arrasando una de las cosas más bellas que se nos ha dado: La Naturaleza

      Enhorabuena por la exposición

      Anónimo dijo...

      Extraordinario articulo Oscarium. Tenemos que tomar y formar conciencia de que la naturaleza ha llegado hasta hoy de cierta manera por razones muy poderosas y que el ser humano no es quien para modificarla de forma tan abrupta, pues se está modificando a él mismo y siempre (o al menos casi) es para mal.

      Anónimo dijo...

      Bien Hecho Oscarium, ojala y este artiiculo no solo quede aqui, y esperemos y con todos los acuarofilios que visitan Dr.pez y conformamos, lean y se pongan a hacer un poquito de consiencia que puede causar nuestras malas acciones.

      Y en lo que es mexico, me gustaria agregar al ya comunmente hablado, Pez diablo o Plecosttomus.

      Se que hay mas y la lista seguiria, y encerio ojala hagamos consiencia de lo que hacemos, y siempre recordar que los que hacen el daño no son los animales; Siempre ha sido, es y seguira siendo el hombre.

      Jake1981 dijo...

      Si cuando adquirimos una/s mascota no jugaramos
      a ser Dios, no sucederian estas cosas. Pero
      por desgracia el ser humano es asi, ya que no
      tiene por el momento ningun depredador ( aunque eso
      esta por ver ),va avanzando y aplastando sin importarle de nada el daño que le cause al planeta. No somos muchos los que pensamos asi, ya que si te comprometes a algo (en este caso al cuidado y mantenimiento de un ser vivo)hay que cumplir ese compromiso, y en caso de que ya no fuera posible ( cosa que se deberia haber predecido )no hay que hacer lo que a un@ le venga en gana, y ya que lo hemos hecho hay que ser responsables y adoptar las medidas adecuadas; pero lo dicho los humanos somos asi y eso es inevitable. Siento ser asi pero como podemos observar es la pura realidad, menos mal que exist gent como oscarium para mostrarnos estas estadisticas y equipos como los de Dr. Pez que hacen que al menos nos llegue la informacion; el resto depende de nosotros. Hay que saber respetar nuestro hogar, se esta muriendo y ni nos damos cuenta. Un gran saludo!!